Los jardines de la Tamarita se localizan en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona. Este espacio verde es un ejemplo vivo de un jardín privado transformado en un espacio y patrimonio público.

Un poco de historia

El origen de los jardines se remonta a una finca señorial que perteneció a los Craywinckel, una familia aristocrática de origen belga que se estableció en Barcelona en el siglo XVIII.

La finca fue adquirida a principios del siglo XX por el industrial algodonero Llorenç Mata, y más tarde, su sobrino Alfred Mata Julià encargó el proyecto a Nicolau Maria Rubió i Tudurí. Este arquitecto paisajista fue ayudante de Jean-Claude Nicolas Forestier en el ajardinamiento de la montaña de Montjuïc.

La finca estuvo casi abandonada hasta que fue adquirida por el ayuntamiento en 1993 y se realizó una profunda restauración  a cargo de Antoni Falcón.

Los jardines de la Tamarita

Los jardines

Al cruzar la puerta de los jardines, se retrocede en el tiempo y se observa la época en que la alta burguesía construía sus mansiones con jardines en la parte alta de la ciudad. Además, los jardines de la Tamarita son un lugar perfecto para descansar y disfrutar de la tranquilidad lejos del bullicio de la ciudad.

Estos jardines están ubicados justo al otro lado del muro de piedra y hierro forjado, construido para preservar un espacio que antes era privado y ahora es público.

En la entrada hay un estanque con un surtidor, figuras de leones durmiendo y plantas trepadoras del tipo Muehlenbeckia complexa. Desde allí, un camino lleva a una serie de plazas alrededor de la casa señorial, obra de Melcior Vinyals, que actualmente alberga la Fundación Blanquerna.

En la plaza principal frente al edificio destacan cuatro esculturas que representan a los continentes, obra de Virginio Arias, aunque la de Europa no se realizó o se ha perdido; en su lugar hay una estatua de un general romano.

También destaca una fuente con niños esculpidos, mientras que en una de las plazoletas aledañas se encuentra una fuente con ranas esculpidas que actúan como surtidores.

Los jardines se dividen en dos áreas: los jardines de la casa señorial y una hondonada forestal habilitada como zona de juegos infantiles.

El área se divide claramente en dos partes: una con un estilo más clásico y ordenado, y otra que aprovecha el paso del torrente del Frare Blanc para ofrecer una visión más natural y espontánea.

Zonas infantiles

La parte más destacada es el jardín de recreo diseñado por Nicolau M. Rubió i Tudurí, que combina zonas de parterres y setos con fuentes y estatuas en dos estilos diferenciados: a la derecha, un jardín de estilo paisajista y con una ambientación romántica, y a la izquierda, un jardín clasicista.

Encontramos una gran variedad de árboles en este bonito jardín, incluyendo arrayanes, alheñas, laureles, robinias, plataneros y pitósporos de gran tamaño. Además, también se pueden encontrar tejos, naranjos amargos, bojes y una jacaranda.

Por Josep

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